Informacion de Playas de Huelva

El litoral onubense cuenta con una infinidad de encantos, sus playas son una de las más solicitadas por los muchos turistas que nos visitan durante la época estival.

Conocer sus múltiples alternativas de ocio es dejarse cautivar por un diseño urbanístico integrado en la naturaleza, capaz de dar respuesta a los amantes del descanso o de las actividades lúdicas, del mar o de la práctica de deportes de interior como el golf o el senderismo...

La costa, entre Ayamonte y Punta Umbría, es llana y se resuelve en larguísimas playas en las que han ido surgiendo poblaciones relativamente modernas, plantadas sobre el mismo arenal; dunas, pinares y barras arenosas formadas por las desembocaduras de pequeños ríos y el empuje del océano Atlántico.

Algo retirada aparece Huelva, la capital, anclada entre los ríos Tinto y Odiel, y más allá comienza una inmensa playa que no acaba hasta el Guadalquivir, con el trasfondo de las marismas y del Parque Nacional de Doñana, la zona de mayor interés faunístico de Europa.En arco desde Ayamonte a Tarifa, desde la desembocadura del Guadiana hasta el estrecho de Gibraltar, se extienden las Playas de Huelva, finos arenales interminables escoltados por pinares. Es el litoral de Andalucía occidental, orilla de las provincias de Huelva y Cádiz, la Puerta de América deseada desde Tartessos, hace 3.000 años, hasta hoy día en que siguen llegando gentes buscando el clima benigno, la originalidad del paisaje, la elegancia de sus monumentos y la gracia, el salero y el duende del pueblo andaluz.

La primavera es una explosión de flores, fiestas y romerías; el invierno, tibio y soleado, atrae a esta zona a millones de aves.

Costas baja, de suaves arenas, aparecen tendidas entre las dunas y el mar. Más de 100 Km de playas luminosas abiertas al Atlántico, reguardadas por dunas fósiles que esculpen hermosos acantilados, como en El Asperillo, o acompañadas por suaves perfiles arenosos, una raya entre el cielo y el mar, como en La Antilla. Sólo conocidos ríos, Tinto, Odiel, Piedras, Guadiana y Guadalquivir rompen la gran línea costera. Sus aportes y la dirección dominante de corrientes y vientos marinos dibujan flechas litorales paralelas a la costa que intentan recomponer un paisaje siempre perdido en este límite visible del mar.

Las playas onubenses han sido, tradicionalmente, el principal y más interesante punto de destino de quienes han visitado esta provincia. No cabe duda de que estas costas, una línea de playa ininterrumpida de aproximadamente 120 Kilómetros de longitud, escoltada por un bosque de pinos siempre verde, que destaca por la bondad de su clima durante cualquier época del año y la finura de sus arenas, tienen en su profunda hermosura un atractivo de primer orden. No se encuentran fácilmente estas características en cualquier lugar y, por otro lado, la infraestructura turística formada a lo largo de esta costa es totalmente respetuosa con la conservación del medio ambiente. Desde Punta Umbría, lugar de veraneo ya en el siglo pasado, hasta las modernas instalaciones de Islantilla o Isla Canela, toda una serie de sugerentes nombres asoman en el mapa de esta hermosa costa. Matalascañas, que junto a El Rocío es una vecina población de Doñana, con una atractiva e interesante oferta hotelera, Mazagón, que muestra con orgullo su reciente construido puerto deportivo, así como Isla Cristina, El Portil, El Rompido, La Redondela, Isla Canela y La Antilla.